martes, 12 de abril de 2011

Sobre Hugo Saccoccia y el Festival Hueney

Entre el jueves y el domingo estuve en el Festival Nacional de Teatro de Humor, de la Biblioteca Hueney –Zapala, provincia de Neuquén-, y quería compartir estas impresiones.

El secreto del tren

Cuenta el gran Hugo, sobre la fundación de Zapala, que el ingeniero a cargo del trazado del pueblo desvió en secreto las vías del tren y modificó la locación de la ciudad… por amor.

El milagro secreto

Parece ser, y tanto en las grandes urbes como en una sobremesa de la asociación de empleados de comercio el relato merece ser cierto, que a 25 km de la actual Zapala hay un paraje con río, sombra, vegetación, agua potable y buen clima; incluso, topográficamente apto para una estación de enlace del tren patagónico. Un pequeño oasis, prudente y fresco, hasta donde debía llegar el tren allá a principios del siglo XX, y donde debía fundarse la ciudad. Pero el ingeniero a cargo se enamoró de una mujer que vivía en un puesto –una casa en la desolación de una estancia; a lo sumo un caserío- en medio del desierto. En lugar de llevarse a la chica a la nueva población, el ingeniero perpetró lo impensable -lo poético-: cambió en secreto el trazado de las vías y fundó Zapala en el paraje desolado donde vivía su amada. Nadie lo supo, o todos lo supieron y callaron. Cuarenta años después, algún empleado de catastros, algún ferroviario responsable se dio cuenta…

¿Qué hace este pueblo aquí, si debía estar allá?

El amor es poderoso cuando se propone lo heroico. Hugo Saccoccia es heredero de esa tradición.

Qué hace este biblioteca aquí

La biblioteca teatral Hueney tiene más de veinticinco años de historia y aún hoy, en la era de las redes sociales y la mega transmisión de datos, brinda el siguiente servicio: cualquier persona de cualquier lugar del país que ande buscando una obra teatral (o incluso algún texto vinculado al quehacer teatral) y no lo encuentra, puede escribirle a la biblioteca y pedírselo. Cuatro, cinco, a lo sumo siete días después recibirá en su casa por correo postal un sobre que contiene la obra impresa. Mi alumna de dramaturgia de esta mañana, asombrada, dio testimonio –como tantos otros- de este hecho. Recibió su obra hace pocas semanas. Cuando preguntó por el costo, Hugo le respondió: “nada”.

La biblioteca Hueney, en 27 años, nunca cobró un envío.

Qué hace este concurso aquí

Cada dos años, la Hueney convoca a todos los autores del país a enviar obras al “Concurso Nacional de Obras de Humor – Premios Emilia”, por el que ofrece a sus ganadores una estatuilla, un monto de dinero en efectivo y la invitación al Festival Nacional de Teatro de Humor, en el cual se propiciará el montaje de las piezas ganadoras.

Tengo algunas cifras, porque fui jurado del último certamen. Veamos: el Instituto Nacional de Teatro (cuyo presupuesto multiplica al infinito el que el bolsillo de Saccoccia destina a su pasión) convoca todos los años a un concurso nacional de obras, sin restricción de género. El Instituto ofrece a los ganadores un premio ocho veces mayor que el de la biblioteca; también suele publicar las obras, y no se restringe solo al humor. El Instituto tiene delegaciones y representantes con presupuestos asignados en cada provincia, y sostiene económicamente producciones teatrales y salas en todas las regiones del país –también apoya, vale aclarar, al Concurso Hueney-. Este año, el certamen del INT recibió 290 obras, un buen número. El pequeño Concurso de Hueney, que se permite sólo una invitación bienal, que recibe sus obras en la casa de Hugo (Colón 170 –Zapala), recibió 120.

Dos datos más:

Hugo Saccoccia recibe personalmente todas las obras… ¡y las lee! (Nah… - Te lo juro; las lee todas. Es más, trata siempre de adivinar quién es el autor, y muchas veces, lo adivina).

Hugo Saccoccia solicita al jurado que, una vez leídas y analizadas las 120 obras, las volvamos a poner en sus cajas de envío. Manda un flete y recoge los impresos, y los reparte por todo el país para la difusión de esos materiales, aunque no hayan sido los ganadores.

Se sabe que Hugo ejerció simultáneamente durante años como director de la Biblioteca y organizador del Festival y como Juez en su ciudad, hasta su reciente jubilación. Ahora solo se dedica a sus pasiones y, por lo tanto, viaja dos semanas por mes a Buenos Aires para trabajar a favor de los dramaturgos del interior.

El premio que entrega se llama Emilia en homenaje a su mujer, que lo apoyó y acompañó en sus aventuras hasta su prematuro adiós.

Qué hace este festival aquí

Durante una semana, elencos regionales (muchos de ellos, vocacionales) estrenan las obras premiadas[1] Zapala recibe a todos: elencos, técnicos, familiares, periodistas, jurado. En 2009, incluso, organizó simultáneamente el primer Congreso Nacional de Dramaturgos. Los recibe con comida casera y carteles de bienvenida en la estación. Este año, a Saccoccia le prestaron un equipo de “propalación” (el altoparlante que va arriba de los autos para hacer propaganda callejera) y salió, además, de pegatina de carteles con un dudoso engrudo casero junto a sus hijos, difundiendo el festival.

Para la contemplación, baste una muestra. El 14 de marzo de 2011, Saccoccia nos escribió este mail:

Queridos amigos, falta muy poco para el encuentro. Hoy terminamos de preparar las comidas que se pueden freezar, fueron cocineras tres primas mías que viven en la pcia de Buenos Aires y a quienes traje desde Junin (bs as) para esa tarea. Son de mi máxima confianza y dos de ellas son cocineras de profesión. Mañana regresan a su ciudad.

Un dato. La primera noche en Zapala, abriendo el festival con la puesta local del Segundo Premio, “¿Quienay?” del santafesino Raúl Kreig, había 730 personas en la platea.

Un estreno con setecientos treinta personas en el público. Es un número.

Qué hace ese auto en el desierto

El “verdadero” premio, dice uno de los premiados, Nicolás Allegro, es la publicación del libro. Las obras seleccionadas, luego del festival y gracias a pacientes gestiones de Hueney, son publicadas. Pero allí no termina el premio.

Hugo carga en su coche las cajas con los libros publicados y se encarga de repartirlos en forma personalizada (con remitentes precisos) a los grupos y teatristas, directores, actores, gestores culturales en actividad en todo el país. Ningún libro de Hueney cae en el desierto. Todos caen en tierra fértil. Las obras de humor del festival comienzan a hacerse al este, y al oeste, y al norte y al sur.

La vasta geografía de la patria

El teatro es un fenómeno local. El teatro que efectivamente se hace es un teatro de un lugar, en un aquí y un ahora. Una comunidad concreta, un grupo concreto, un público concreto. No es lo mismo el teatro de Córdoba que el teatro de Santa Fe o el de Buenos Aires. No es lo mismo el teatro en Avignon, en Frankfurt o en La Paz.

Desde los grandes centros urbanos soñamos con otros centros urbanos, con redes de festivales que enlazan la tradición, la historia, el prestigio, el enorme presupuesto.

No obstante, fenómenos de tamaña diversidad a veces se juntan, se tocan... tienden a la identidad. Las vías de un tren fantasma cambian la locación de un pueblo que aún no se funda, el tren lleva a setecientas treinta personas hacia una experiencia que alguien ha tenido, trastocada, entre las treinta butacas de un galpón reciclado en palermo soho.

El tiempo y la historia

Pero supongo que esto se acabará cuando Hugo se retire. No hay modo, por más que el universo apoye, de que esta épica lo sobreviva a él. Sí, por supuesto, perdurará lo que ha sembrado. Por eso es que uno tiene tantas ganas de agarrar una cámara y subirse un mes, diez meses, al auto de Saccoccia y recorrer el país, registrando todo. Porque está claro que aunque perdure muchos, muchos años (y ojalá que así sea), este tiempo es único. En Zapala no vivimos del todo un aquí, un ahora; vivimos, creo, en el tiempo de la leyenda.

El amor y el desierto

Gente de teatro, amigos del blog, críticos, enemigos olvidados, gente de a pie. Estas son las señas:

BIBLIOTECA TEATRAL HUENEY

Acercar El País, Extendiendo Los Brazos

1984-2011

Dirección: Colón 170 CP: 8340 – Zapala

Pcia Del Neuquén – Argentina

Tel: 02942- 421844

info: www.bibliotecahueney.com.ar

[1] Obras:
1er Premio: “Humo negro” de Emilio Federico Ferrero (Buenos Aires)
2do Premio: Quiénay? De Raúl Kreig (Santa Fe)
3er Premio: “De vuelta a casa” de Alejandra Varela (La Plata)

Menciones especiales:
“Comedia de las situaciones” de Carlos Aníbal Balmaceda (Buenos Aires)
“Prometeo, Flor de Titán” de Marcelo Adrián Sanchez (Buenos Aires)
“Escenas de las últimas semanas de Rita” de Alejandra Ruth Favini (Gonnet Bs)
“Va y viene” de Javier Ahumada (Bahía Blanca)
“La culpa y el chancho” de Nicolás Allegro (La Plata)
“Alto Apocalipsis” de Andrés Lionel Rapoport (Buenos Aires)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ignacio!!! muy lindo lo y me encantó lo que escribiste y me emocionan muchos tus sensaciones! un beso grande y buen año! Canu

Pavo Colonio dijo...

Muy lindo el relato, che. Pero una mención de las obras ganadoras y sus autores no hubiera estado de más, no? Je. Abrazo y a ver cuándo nos cruzamos con los niños en el parque!

Rapo