TOMA 2. Dios Perro, Centro Cultural Recoleta, sala Villa Villa, 2003
Piso 23 de Palermo. Tarde nublada de principios de otoño de 2002. Alejandra me habla de una antigua obra de la que Alberto Ure siempre hablaba, 'Tis Pitty She's a Whore (Lástima que sea una puta), del dramaturgo isabelino John Ford. "Es una especie de Romeo y Julieta disparatado y sanguinario, donde se enamoran hermano y heraman y él le termina arrancando el corazón y ofreciéndolo en un banquete", dice Alejandra. "Se hizo una película sobre esa obra, Adiós hermano cruel".
Me gustaría escribir una obra original, no una versión de un texto isabelino.
Quizás como punto de partida. El incesto, tabú inmemorial. La genética, misterio contemporáneo.
Entre marzo y julio de 2002 (primer cuatrimestre en las universidades), reemplacé las horas cátedra de por lo menos tres cursos por horas de investigación creativa. Básicamente: textos antropológicos sobre incesto y cultura, textos de divulgación científica sobre genética, texto original de John Ford, traducciones españolas de la obra, y la película.
Quise que los hermanos no pagaran el incesto con sus vidas. Que los hijos gemelos que gestaron siguieran con vida.
Había que ofrecer, para que eso fuera posible, un sacrificio.
El sacrificio, en el texto de Ford, es suicidio. En Dios Perro quiso ser asesinato. Ahora a la distancia, empiezo a creer que el público esperaba y la obra creía mucho más en la autoinmolación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario